Por cierto, aunque voy a intentar comentar todo en el “apartado” correspondiente (lo de arcos de poleas en el de arcos de poleas y lo de recurvados y largos en recurvados y largos), es conveniente qué os leáis ambos “apartados” “por si las moscas” o por si se diese el caso de qué algo lo entendéis mejor en un apartado qué en el otro.ARCOS LARGOS Y RECURVADOSTal y cómo se saca el arco de la caja, normalmente viene con la cuerda sin montar. Un montador de cuerdas es un accesorio barato y útil qué, además, vas a utilizar bastante a menudo, así qué si no lo has comprado ya, deberías comprarlo de inmediato.Una vez montada la cuerda se instala el reposaflechas. Pueden ser de distintos tipos, desde la simple “alfombrilla” que se usa para el tiro instintivo con arco tradicional hasta algunos modelos verdaderamente complejos.Sea cómo sea, al colocarlo en la ventana del arco tienes qué tener muy en cuenta qué SU COLOCACIÓN ES ALGO CRÍTICO. Si lo colocas mal prácticamente nada de lo que hagas a partir de este momento te será de utilidad y tendrás que volver a comenzar desde el principio, así qué tomate tu tiempo y, aunque parezca algo simple y muy tonto (realmente es muy sencillo), procura hacerlo bien.El punto de apoyo de la flecha tiene qué estar justo sobre la vertical del punto en qué el arco apoya en tu mano al empuñarlo. Es decir, la empuñadura del arco tiene un cierto “rebaje” qué es lo qué queda entre tu pulgar e indice al empuñar el arco. El punto donde debe apoyar la flecha tiene qué estar justo sobre la parte más profunda, más adelantada, de ese rebaje.Una vez instalado el reposaflechas, montamos la cuerda procurando ajustar el “brace height”, la “altura de brazo”, es decir la separación entre la cuerda y el arco medida justo desde ese punto más profundo de la empuñadura, a la especificación recomendada del fabricante. Eso se consigue instalando la cuerda enrollándola más o menos hasta conseguir que una vez montada quede dentro del margen de distancia indicado por el fabricante. En este momento no es algo crítico ya que, por un lado la cuerda cederá con los primeros usos y habrá que reajustarlo y, por otro lado, durante el ajuste es posible que haya qué variar esa distancia. Si el fabricante facilita un rango, no una distancia fija, es mejor dejarlo cerca del menor espacio qué del mayor, ya que la cuerda necesariamente cederá en los primeros usos y la distancia irá aumentando tal y cómo vaya cediendo.Con la cuerda ya instalada a la “altura de brazo” recomendada por el fabricante, pasaremos a instalar el nock. Para eso, igual qué para medir la “altura de brazo” anterior, lo mejor es contar con una escuadra en “T”, pero si no disponemos de ella una flecha y una escuadra normal pueden servirnos: apoyamos la flecha en el reposaflechas y mediante la escuadra nos aseguramos de qué forme un ángulo recto con la cuerda. Medimos desde la parte superior del culatín 1/2 de pulgada (1,27cm) y entre ahí y 3/4 de pulgada (1,905cm) instalamos de forma provisional el nock de la cuerda. Hay que apretarlo lo suficiente para qué no pueda desprenderse con el disparo, pero no tanto qué no se pueda deslizar arriba y abajo “roscandolo” sobre el serving, el hilo enrollado sobre la cuerda para crear la zona de anclaje.
Y por el momento nada más. Ha llegado la hora de ponerse a disparar flechas cómo veremos más adelante una vez vistos los ajustes iniciales de los arcos de
poleas.
ARCOS DE POLEAS
Empezaré diciendo qué, aunque no es imprescindible, si quieres “curarte en salud”, compra un desmontador de cuerdas adecuado para tu arco qué te permita, a la menor
duda, sustituir una cuerda qué presente signos de desgaste.
Los nuevos arcos de poleas generan tanta energía qué es un riesgo tonto jugarse el arco y un accidente qué puede ser muy serio por ahorrarse unos euros en una
cuerda nueva... por no hablar de perder una de las tan escasas buenas jornadas de caza por una cuerda dañada qué no podemos sustituir por no contar con la barata (desde ese punto de vista)
“herramienta” adecuada para ello y un repuesto preparado.
Los arcos de poleas normalmente salen de la caja con la cuerda montada y las palas aflojadas al máximo.
Lo primero qué haremos será inspeccionar visualmente que todo el sistema de cables esté dentro de sus guías y, si lo hay, seguiremos el manual de instrucciones de
cada fabricante para el montaje de cualquier parte adicional.
Después hay qué, progresivamente, apretar las palas, según el procedimiento indicado por cada fabricante. Si no se indica, al principio no roscaremos nunca más de
dos vueltas cada tornillo antes de cambiar al de la otra pala y luego, cuando la tensión aumente, nunca más de una vuelta cada vez en cada pala, para acabar de dar tensión a base de media vuelta
en cada tornillo, alternándolos hasta qué el arco esté a su completa tensión.
Una vez alcanzado ese punto, repito, excepto qué el manual del fabricante indique algo en contrario, mediremos la distancia desde la cuerda al arranque de ambas
palas, el “tiller”. La escuadra en “T” es un instrumento imprescindible si queremos hacerlo bien. Nuestro objetivo es qué esa distancia sea absolutamente idéntica y, para ello, estando ambas
palas completamente apretadas, habrá que aflojar la qué tenga la distancia más reducida hasta igualarla con la qué tenga la mayor distancia.
Ojo, dependiendo del arco puede haber otras medidas qué tengas qué comprobar, pero si es así lo normal es qué venga indicado en las especificaciones del
fabricante.
Conseguido esto, pasaremos a instalar el reposaflechas. Al igual qué con los arcos recurvados y tradicionales, a menos qué se quiera montar un overdraw para poder
disparar con flechas más cortas qué tu apertura, su posición es determinante y, nuevamente salvo indicación en contrario del fabricante, la flecha debe de hacer el apoyo justo sobre la vertical
de la parte más profunda de la empuñadura, así qué ese es el objetivo a la hora de instalar el reposa flechas.
Una vez instalado el reposaflechas, procederemos a instalar el nock en la cuerda, sirviendonos nuevamente de la escuadra en “T” y, si no disponemos de ella, mediante
una flecha instalada en la cuerda y apoyada sobre el reposaflechas EN POSICIÓN DE DISPARO y escuadrada respecto a la cuerda con la ayuda de una escuadra convencional. Medimos desde la parte
superior del culatín 1/2 de pulgada (1,27cm) y entre ahí y 3/4 de pulgada (1,905cm) instalamos de forma provisional el nock de la cuerda. Si vamos a utilizar un disparador, nuestro nock puede ser
“complejo”, no obstante y sea cómo sea, la altura recomendada siempre hace referencia a donde debe de quedar el culatín de la flecha, así qué el punto donde situaremos el nock de la cuerda será
tal qué, donde quiera qué vaya a quedar el culatín por debajo de este, quede justo por encima de esa medida. Su instalación, al igual qué con el arco tradicional, ha de ser provisional, es decir,
lo suficiente fuerte cómo para qué no salte desprendido con el disparo pero lo bastante flojo cómo para poder “roscarlo” sobre el serving enrollado en la zona de anclaje de la cuerda para subirlo
o bajarlo.
Una vez hecho esto, hay qué instalar el botón lateral de presión o ajustar lateralmente el reposaflechas (según modelos) de forma qué el centro de la flecha quede
alineado con el trayecto de la cuerda durante el disparo. Existen incluso dispositivos lasser para medir ese ajuste, así que os podéis hacer una idea de lo importante qué es hacerlo bien, no
obstante se pueden obtener resultados más qué “decentes” en una primera aproximación simplemente poniendo una flecha en la cuerda, apoyando la pala inferior en el suelo, sujetando muy levemente
la pala superior e inclinando el arco para adelante hasta qué la punta de la flecha casi toque el suelo y dejando qué el arco “oscile” hasta su posición “natural” y, luego, corrigiendo la
posición roscando o desenroscando hasta qué veamos qué la flecha queda bien alineada.
LAS PRIMERAS FLECHAS
Bueno, una vez hechos los ajustes básicos, ha llegado la hora de ir al campo de tiro y comenzar a trabajar... y lo de “trabajar” no es ningún eufemismo:
NO SE PUEDE HACER NINGÚN AJUSTE SERIO HASTA HABER DISPARADO UNAS DOSCIENTAS O TRESCIENTAS VECES CON UNA CUERDA NUEVA Y “CEDERLA”.
Y, si realmente queremos hacer las cosas bien, mejor haceros al ánimo de realizar AL MENOS entre cuatrocientos y seiscientos disparos, para preparar dos cuerdas (la
de uso y una de repuesto) “cedidas”:
No hay nada más nefando qué tener qué cambiar la cuerda en medio de una jornada o un viaje de caza... por una cuerda nueva qué no está cedida y que manda todos
nuestros ajustes directamente a hacer puñetas.
Mientras qué vamos cubriendo esos primeros trescientos disparos por cuerda vamos a ir haciendo unos primeros ajustes básicos. No os fiéis de lo qué os haga una
flecha suelta. En un sólo disparo podemos haber cometido errores de diferente tipo, comenzando por el empuñe y acabando por la suelta, así qué vamos a centrarnos en el comportamiento de un
conjunto de flechas de media docena al menos y, UNA COSA MUY IMPORTANTE, vamos a realizar TAN SÓLO UN CAMBIO POR VEZ.
La forma de conseguir un buen ajuste es no tener prisa alguna, así qué es mucho mejor tocar una sola cosa cada vez e ir viendo poco a poco qué variaciones
produce.
Estos primeros ajustes los vamos a hacer utilizando los astiles emplumados y puntas de 125 grains para “permanecer” lo más cerca posible del standart y no
complicarnos la vida innecesariamente.
Lo primero va a ser el alineado “arriba-abajo”, más que nada porque va a ser el ajuste qué debamos corregir al final, cuando la cuerda esté cedida, así qué
haciéndolo al principio podremos ver cómo se produce todo ese proceso y cuanto cede la cuerda cada, digamos, medio centenar de disparos:
Comprobar y MEDIR eso, anotando cuanto hay qué “roscar” el nock para volver a llevar los ajustes “al sitio” nos puede permitir en un caso de emergencia sustituir una
cuerda dañada por una completamente nueva y sin estirar con unas ciertas probabilidades de “éxito” en cuanto a, si no conservar por completo el ajuste, si quedar tan cerca del mismo cómo sea
posible.
La posición de nuestras flechas en el blanco nos indica lo qué hemos de hacer:
Si nuestras flechas se clavan en el blanco “apuntando” para arriba (culatín bajo) nuestro nock está demasiado bajo y nos están “diciendo” qué debemos
subirlo.
Si nuestras flechas se clavan en el blanco “apuntando” para abajo (culatín alto) nuestro nock está demasiado alto y nos están “diciendo” qué debemos bajarlo...
EXCEPTO qué lo bajemos y lo bajemos y el problema siga persistiendo: eso puede suceder si ya de salida está demasiado bajo y la flecha está “coceando” en la base de la ventana (dando con el
emplume en ella), lo qué proyecta la parte trasera para arriba y produce ese efecto.
Sin embargo, la desviación “izquierda-derecha” es mucho más complicada, ya qué puede deberse tanto a un spine dinámico inadecuado cómo a la posición de centrado de
la flecha cómo a defectos de suelta. No obstante, por el momento vamos ignorar eso y centrarnos en conseguir la posición de centrado adecuada a nuestra forma de disparo, corrigiendo a derecha e
izquierda al igual qué hemos subido o bajado el nock según nos indique la dirección en qué se clavan las flechas:
Si se clavan en dirección a la derecha (culatín a la izquierda) debemos desenroscar el botón o el reposaflechas para acercar la flecha más a la pared de la ventana
y, viceversa, si se clavan en dirección a la izquierda (culatín a la derecha) deberemos enroscar para sacar la flecha más lejos de la pared de la ventana.
Con un arco tradicional, lo qué haremos será incrementar o disminuir (incluso hasta eliminarlo) el “parche” de la pared de la ventana... o trabajar, cómo veremos más
adelante, con el spine, con la separación de la cuerda (el brace height), con la posición de empuñe o con la suelta.
Imagino qué es ocioso decir lo de siempre, qué estas indicaciones son para arqueros diestros y qué si se es zurdo las cosas, en cuanto a izquierda y derecha han de
invertirse y en lugar de enroscar hay que desenroscar. En suma y, para no equivocarse, mueve el centro en la dirección qué se han clavado las flechas.
Para acabar, algo qué, a menos qué sepáis muy bien lo que estáis haciendo o seáis muy atrevidos, no os recomiendo intentar ajustar... aunque nada os impide
comprobarlo:
El “timing” o sincronización.
En un arco con levas en ambas palas (poleas excéntricas) ambas tienen que actuar de forma por completo sincronizada, es decir, empezar y acabar de moverse al mismo
tiempo y hacerlo de igual manera. Si eso no es así, algo está mal y hay que ajustarlo.
Un arco en el qué tan sólo hay leva en una pala, no es probable que quede fuera de sincronismo... aunque si puede presentar problemas relacionados con el tiller... e
incluso este puede ser difícil de medir porqué la cuerda en la leva no quede a la misma distancia de la pala qué la cuerda en la polea o directamente en la pala.
Inciso:
Arcos así ni siquiera se si se siguen fabricando, por cierto, con una leva bajo en una pala corta y una pala recurvada sin polea ni leva alguna arriba, cómo el
Martin Dynabo de 1977, qué se lo prohibieron, por cierto, y tuvieron qué sacar otro modelo en el 84 qué ya se consideró “legal”:
Por último, un truco:
Trazar con un rotulador indeleble la “línea de la pala” sobre la polea y la leva en “descanso” (es decir, utilizando la pala cómo regla para rayar la linea sobre la leva o polea qué queda entre sus puntas) es algo sencillo qué nos permitirá, de un vistazo, comprobar qué todo sigue en su sitio en cualquier momento.
Próxima “entrega”, ajustes finos. (y las cosas se pondrán “serias”)
PD.: Y, recordad, una vez hagais los primeros 300 disparos, desmontar la cuerda, cambiarla por una nueva y repetir el proceso. Cuando hagamos los ajustes finos lo volveremos a hacer, por cierto, para dejar las dos cuerdas exactamente iguales, de forma qué en un momento dado puedas cambiar una por otra sin notarlo o notándolo muy mínimamente.
(Ricardo Gascó)
Escribir comentario
Priceless (martes, 17 julio 2012 19:16)
Nice info dude